lunes, 21 de abril de 2014

Sabado en cama

Dos sábanas, dos, como si el mundo fuera más que ciento y algo huesos desparramados. Solo, en la cama se está siempre solo o diversificando el instante, combatiendo la realidad que teje nombres y grita desde un reloj que ya es sábado y hoy no venís.
                                            (Venir es que dios le rece al hombre)

Hoy, como un hacha que cae en seco, como un mal pensamiento que se lleva empadronado y no sale... hoy como un no acabarse, como querer rogarle al cuerpo que se desprenda del cuerpo en el instante en que escucho hablar de vos.

qué facil escribir un verbo impersonal cuando no se tiene a nadie, como citar las palabras que empiezan con j, como fraude o desolación
yo soy la  más perfecta de las jotas, la que se frota el vientre en la espera de reavivar un silencio, la que descubre la ternura de sentir algo que está muriendo como un bonsai que  existe a fuerza de no crecer nunca

(Vení, decime al oído que nada es más cierto que vos y yo, aunque sea la mentira más grande de la historia)



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