viernes, 25 de abril de 2014

Martes en la oficina

"para que el aire quede limpio
para otros"
Ale - Lya

La gente suele rodear al mundo con más gente, mano como mano como en una terrible tragedia griega. Yo los veo, haciéndole señales al aire, esparciendo remedios, religiones, amor; como queriendo repartir un pan que no es de nadie.
(El pan suele ser de carne y tiene nombre, ciudad de nacimiento, mascota..., aunque no sea de nadie)

¿Cómo se reparte el hombre entre los hombres? ¿Cómo saber cuál es la pieza que les sobra, que me falta?

Indago, indago nocturnamente el lenguaje de la piel fría, el dialecto de hablar solo, de no tener más ventana que dos ojos herrumbrados, más abrazo que un colchón espeso de letras mal escritas.

Otros tienen su abecedario, su numeración, su transitar del brazo del silencio premeditado, su aire limpio.

lunes, 21 de abril de 2014

Sabado en cama

Dos sábanas, dos, como si el mundo fuera más que ciento y algo huesos desparramados. Solo, en la cama se está siempre solo o diversificando el instante, combatiendo la realidad que teje nombres y grita desde un reloj que ya es sábado y hoy no venís.
                                            (Venir es que dios le rece al hombre)

Hoy, como un hacha que cae en seco, como un mal pensamiento que se lleva empadronado y no sale... hoy como un no acabarse, como querer rogarle al cuerpo que se desprenda del cuerpo en el instante en que escucho hablar de vos.

qué facil escribir un verbo impersonal cuando no se tiene a nadie, como citar las palabras que empiezan con j, como fraude o desolación
yo soy la  más perfecta de las jotas, la que se frota el vientre en la espera de reavivar un silencio, la que descubre la ternura de sentir algo que está muriendo como un bonsai que  existe a fuerza de no crecer nunca

(Vení, decime al oído que nada es más cierto que vos y yo, aunque sea la mentira más grande de la historia)