jueves, 28 de febrero de 2013

Me invade

Me invade el rostro enorme
de la gaviota solitaria,
el despertar sin poner un pie en el suelo
sino en alguna nube malamanzada
que se lanza contra cualquier cabeza

Y sospechar que tuve un cielo despejado
que tuve aire sin cadenas
sin monstruos, ni pájaros negros.

Tuve y ahora tengo sin tener.
A mis hombros se le permitía
volar perfectamente acompañados

El miedo
¿dónde es que duele este miedo
y por qué me habla tan seguido?



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